Nuestra aventura de hoy, comienza en el "Parking del Valle de Pineta". Después de los calentamientos habituales, seguimos la pista forestal de acceso restringido, cerrada al tránsito de vehículos particulares por medio de una cadena situada en el límite del Parque Nacional. Pasamos junto a la caseta de información y a diversas indicaciones que nos recuerdan que penetramos en el interior del espacio protegido. Atravesaremos un gran hayedo, dominado por el ambiente fresco y sombrío, lo que dificulta el crecimiento de otros árboles y arbustos.
El Valle de Pineta, aquí conocido como La Valle Verde, es un impresionante valle glaciar (en forma de "U") delimitado por altas y escarpadas crestas montañosas. En su circo presidido por los tresmiles del macizo de Treserols (Monte Perdido, Cilindro y Pico Añisclo) las aguas del Ibón de Marboré caen violentas en forma de grandes cascadas, dando lugar al nacimiento del Cinca. Valle abajo, el río discurre entre enormes paredes verticales y frondosos hayedos-abetales.
Tras un suave y cómodo ascenso, llegamos hasta una fuente sin nombre, y junto a ella se encuentra el puente sobre el "Rio Cinca". Una parada obligatoria.
Nada más cruzar el puente, cogemos una senda, no señalizada, que nos devuelve unos pasos hacia atrás y en breve, comienza una dura ascensión al lado del rio. La vegetación es abrupta y frondosa, la senda se pierde en bastantes ocasiones. Solo encontramos algunos hitos para poder orientarnos. Una vez conseguimos salir a campo abierto, llegamos hasta el "Circo de Pineta", y en unos pocos metros más hacia arriba llegamos hasta la majestuosa "Cascada del Cinca".
Desde aquí enlazamos con la senda principal de este itinerario, el GR 11. La senda zigzaguea ganando altura rápidamente, siendo la pendiente cada vez más dura. Cruzamos en varias ocasiones pequeñas cascadas, donde aprovechamos para tomarnos un respiro y de paso refrescarnos.
Llegamos hasta la parte más dura de toda la ruta, el "Embudo". Hay que sortear un pendiente más dura de lo que estamos subiendo, así que nos lo tomamos con calma y vamos subiendo poco a poco. Al final de esta pared, la senda gira hacia la izquierda por una repisa, y en pocos metros llegamos hasta el "Balcón de Pineta". Solo hay que sentarse y disfrutar...
Después de disfrutar de este maravilloso rincón, seguimos nuestra andadura por el "Glaciar del Monte Perdido", por desgracia con muy poca nieve, aunque no desaprovechamos la ocasión para pisar la nieve, aun estando casi a 30° de temperatura. La senda transcurre entre grandes rocas de un tono grisáceo intenso, típico de las zonas más altas.
Después de un par de kilómetros por esta escarpada senda, llegamos hasta el "Lago de Marboré". Junto al lago, y agazapado en una pequeña brecha, se encuentra el "Refugio de Tucarroya", enclavado en un portillo rocoso, o "Forqueta de Tuca Roya", marcando la línea fronteriza entre "Francia y España". Cualquier parte del lago es buena para tumbarse y disfrutar del sol, mojarse los pies etc...
El área en la que se localiza el ibón de Marboré o Marmorés es considerado uno de los paisajes naturales más bellos de toda la cordillera pirenaica. Es también un enclave paradigmático en la historia del pirineismo que perseguía la conquista de las grandes cimas. A más de 2.500 m de altitud se encuentra el altiplano donde nace el río Cinca, oculto por las cumbres del macizo de Monte Perdido al sur, los Astazu al oeste y las crestas fronterizas al norte. Las aguas de fusión de diversos neveros alimentan el lago de Marboré. Al encontrase a 2.590 m de altitud, su superficie permanece helada hasta finales de junio. Del lago parte un joven riachuelo, al que se unen las aguas de fusión de los glaciares de Monte Perdido y de Marboré. Cuando alcanzan el Balcón de Pineta se precipitan por los escarpes rocosos del gran circo, dando lugar a las Cascadas del Cinca.
Pero todo lo bueno se acaba, así que con algo de pena por despedirnos de este precioso lugar, reanudamos la marcha, desandando lo andado. Al llegar al balcón, aprovechamos que no había gente y hacemos otra parada para disfrutar del grandioso "Valle de Pineta". Cogemos fuerzas y comenzamos la fuerte bajada, primero por el "Embudo" y después por la zigzagueante senda hasta llegar al punto donde enlazamos el GR por la mañana. Seguimos la senda principal sin dejar de bajar. Los colores han cambiado y las vistas aún son más espectaculares si cabe. Llegamos hasta un cruce, hacia la derecha volveríamos hacia la "Cascada del Cinca", nosotros seguimos recto. Desembocamos en una pista, la cruzamos y seguimos bajando por senda, adentrándonos en un frondoso bosque de "Hayedos y Pinos".
Pasamos por varios cruces bien señalizados, que nos llevan hasta el lecho del "Rio Cinca", desde aquí la senda es muy agradable hasta llegar al parking, dando fin a una increíble aventura por los alrededores del "Valle de Pineta".
