Nuestra aventura de hoy, comienza en el aparcamiento de "San Úrbez", os recomendamos encarecidamente empezar aquí, hay que tener en cuenta que para llegar a este aparcamiento la carretera es de dirección única, solo se puede llegar desde Escalona. El aparcamiento es bastante pequeño, así que llegad temprano o no podréis aparcar (tendréis que ir al siguiente aparcamiento, el de la Tella). En el pequeño parking hay una caseta de información donde recoger folletos de este bonito entorno y hay personal para aclarar cualquier duda con respecto a las diferentes rutas que se pueden hacer aquí. Después de los calentamientos habituales, cogemos la senda que nace justo enfrente de la caseta de información. Bajamos unos metros y nos encontramos con el "Puente de San Úrbez".
Pocos lugares resultan tan sobrecogedores en el espacio "Pirineos-Monte Perdido" como el Puente de San Úrbez sobre el río Bellós, en pleno corazón del Cañón de Añisclo. Es posible que éste sea el puente más fotografiado de todo el Alto Aragón, gracias a su inconfundible estampa y la espectacularidad de su emplazamiento. Lástima que parte de su belleza se vea truncada al tener que convivir con la pasarela de hormigón construida sobre él en época reciente. El puente se levantó a más de 40 metros sobre el río Bellós, desafiando la fuerza de la gravedad y el vacío que impera en este tramo del desfiladero. Los muros se construyeron en mampostería, mientras que las dovelas que arman el gran arco, de 10,80 m de luz, se recortaron con mayor cuidado y esmero. En el macizo de la izquierda se abre un pequeño arco, construido posiblemente para salvar las dificultades en el asentamiento del puente sobre la roca en la que descansa. El tablero presenta una mínima inclinación. Su anchura es de 1,74 m a 1,48 m en el centro, a lo que hay que sumar los 45 cm de grosor de cada pretil. Al no existir ninguna documentación ni inscripción, no resulta sencillo fechar el momento de su ejecución. En todo caso, el motivo de su construcción parece estar íntimamente ligada con la cueva de San Úrbez, ya que facilita el acceso al santuario, situado en la margen izquierda del río. Todo parece indicar que pudo construirse en el siglo XVI, coincidiendo con la potenciación del culto al santo, aunque la tradición se remonta al siglo VIII. Es posible que el puente se levantara gracias a la aportación y empeño del conjunto de comunidades rurales que cada año acudían al santuario.
Comenzamos a subir por una cómoda pista hasta llegar a la "Ermita San Úrbez". Una "Cueva-Santuario" que se levanta unos 10 metros por encima del camino de acceso. La pobreza de su arquitectura no le quita valor, sino que la engrandece, y más cuando el marco natural que la rodea se muestra salvaje y sobrecogedor, bajo los inmensos escarpes de los "Sestrales", en un paraje natural de extraordinaria belleza.
El santuario se ubica en el interior de un abrigo de unos 25 m de longitud, cerrado parcialmente por un muro de mampostería que se asoma al lugar donde las aguas del barranco de Aso se unen a las del Bellós. La construcción es humilde y anónima, sin elementos formales que permitan su datación. A ella se accede a través de una puerta adintelada, después de subir por una escalera de piedra adosada a la pared de la roca. El interior se subdivide en dos estancias; en primer lugar se encuentra el espacio de la capilla abierto al río y tras el altar una pequeña estancia oscura, que según la tradición sirvió de cobijo al santo. A esta segunda celda se accede por una puerta que sigue pautas del románico sobrarbés (un arco semicircular algo rebajado y como ornamentación un grueso guardapolvos). Gracias al hallazgo de algunas evidencias arqueológicas en la cueva, se cree que ya fue utilizada por los primeros pobladores del Neolítico asentados en estos valles pirenaicos. Tal vez por eso, el origen de la cueva como santuario haya que buscarlo en tiempos mucho más remotos a los de la propia existencia de San Úrbez.
Entramos de lleno en el "Cañón de Añisclo". Al estar entre estos grandes muros de montañas, la señal del G.P.S va y viene, cuando mires el "Track" parece una locura, pero la senda está muy bien marcada y no hay perdida. También encontramos miradores y accesos hasta casi tocar el rio, que no están en el track, de esta manera cada uno decide en que momento salirse de la senda principal y acercarse a visitar estos bonitos rincones. Después de esta pequeña aclaración, seguimos nuestro camino por el cañón hasta llegar a un cruce. La senda de la izquierda es la que conforma el "Circuito de San Úrbez", nosotros lo haremos a la vuelta. De momento seguimos recto. En pocos metros llegamos hasta un mirador natural y al fondo encontramos una bonita "Cascada".
En breve atravesamos el rio "Bellós" por el bonito puente "Sangs", una parada obligatoria. Que agua tan clara y limpia, otra maravilla que nos regala la naturaleza.
La pista se convierte en senda y nos adentramos en un frondoso bosque de "Hayas", solo nos acompaña el rumor del agua y el canto de los pájaros. Cruzamos el rio por un pequeño puente y antes de llegar encontramos una pequeña fuente con apenas un chorrito de agua, desconocemos su nombre.
Seguimos subiendo casi sin darnos cuenta y en uno de esos caminos no señalizados que hemos nombrado anteriormente, nos salimos de la senda principal para ver la cascada del rio "Betosa".
Volvemos a la senda principal y seguimos subiendo hasta llegar a "Cumaz". Es como una zona de playa, donde podemos tomar el sol y de paso tomarnos un buen descanso. Unos metros más adelante hay una fuente con el mismo nombre con el agua "Fresquísima". Por cierto, está prohibido el baño.
Cruzaremos el "Barranco de la Mirona" por otro pequeño puente y la pendiente es un poco más pronunciada. Cruzamos el "Barranco de Espluquetas", aquí nos salimos de la senda para visitar una bonita "Cascada" y de paso almorzar fresquitos cerca del agua.
Desde este punto comienza la verdadera subida. Son casi 2 km de dura subida por escalones de piedra y raíces desgastadas, así que nos lo tomamos con calma. Cruzamos varios puentes hasta llegar a la "Selva Plana", unos pocos metros más adelante del cartel hay un mirador, que nos ofrece una vistas impresionantes del Barranco del Mallo y las paredes del Tozal. Aquí el agua ha esculpido la roca en hermosas sendas muy llanas, que terminan perdiendo su cauce en una profunda y azul bañera gigante.
Seguimos nuestra andadura, ahora por senda más cómoda, hasta llegar a la "Ripareta". Nos salimos de la senda principal para llegar hasta ella. Aquí se abre el bosque y luce el sol entre las formidables paredes del cañón, es el momento de descalzarse y remojar esos pies cansados, en las frías aguas del rio "Bellós".
Después de este merecido descanso, volvemos a la senda principal y desandamos lo andado, disfrutando cada paso, como si fuera la primera vez que pasamos por aquí. Llegamos hasta el cruce del "Circuito de San Úrbez", giramos hacia la derecha y en fuerte bajada llegamos hasta un puente que atraviesa donde se unen los rios "Bellós y Aso".
La senda comienza a subir de nuevo hasta llegar a un bonito mirador. Desde aquí vemos la "Ermita" y parte del circuito de "San Úrbez".
Bajamos unos metros hasta llegar a la "Cascada de Aso", hoy están haciendo "Barranquismo", simplemente espectacular.
Seguimos subiendo hasta enlazar con una pista que nos lleva directos hasta el parking, dando fin a una increíble aventura por los alrededores del "Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido".
